Ñuble, 15 de junio 2022, Diario Heraldo.
Iniciativa FIA-INIA está trabajando en establecer opciones forrajeras de alfalfa para el secano costero e interior, contribuyendo así a la adaptación climática de los sistemas productivos ganaderos de pequeños y medianos productores de las zonas centro norte, centro y centro sur del país.
Más de 70 personas llegaron hasta el día de campo “Siembra de otoño de alfalfas de secano”, en Portezuelo, región de Ñuble −actividad que se enmarca en el proyecto ejecutado desde INIA La Cruz e impulsado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA)− para obtener nuevas variedades de alfalfa tolerante al estrés hídrico, para la adaptación de los sistemas ganaderos al cambio climático.
El objetivo fue conocer en terreno el cultivo de alfalfa en zonas con escasez hídrica, como una opción forrajera para el secano costero e interior.
La actividad se realizó en el campo del productor Juan Acuña, específicamente en el sector de Liucura, donde asistieron productores, equipos técnicos de los Prodesales, encargados del programa de fomento SIRSD-S, además del alcalde de la comuna Portezuelo, René Schuffeneger Salas.
La siembra de la unidad demostrativa de alfalfa se realizó en mayo y durante los próximos meses se realizan las labores de manejo recomendadas para este tipo de suelo: fertilización adecuada, entre otras.
No es una siembra experimental, es a escala real, lo que va a permitir hacer la proyección de lo que va a ocurrir cuando el INIA tenga las variedades de alfalfa mejoradas que actualmente se está estudiando. En Portezuelo además se evalúan ocho líneas genéticas, estudio necesario antes de realizar la liberación de una o más variedades como las más promisorias.
Soledad Espinoza, ingeniero agrónomo Dr. de INIA Cauquenes, directora del proyecto asegura que “esta es una de las propuestas tecnológicas más importantes que realiza el INIA en el Secano Mediterráneo, donde lo transcendental es que los productores vean que la alfalfa es un recurso forrajero factible de establecer bajo las condiciones del agricultor y capaz de desafiar los suelos graníticos del secano mediterráneo de la Región del Ñuble”.
Una alfalfa en secano, destaca el ingeniero agrónomo Dr. Luis Inostroza de INIA Quilamapu, no va a producir 20 toneladas de materia seca. “Estamos en presencia de un suelo granítico típico de textura franco areno arcillosa, ligeramente ácido, susceptible a la erosión y con deficiencias de materia orgánica, macroelementos y algunos microelementos”.
Para el encargado regional de FIA en Ñuble, Gonzalo Rueda, la ejecución de esta iniciativa en el territorio “está permitiendo desarrollar innovaciones que están contribuyendo a la adaptación y mitigación del cambio climático, en este caso puntual la disminución de las precipitaciones amenaza todo el sistema de producción y la capacidad de producir forrajes para satisfacer la demanda de ganado, por lo que el trabajo que está llevando a cabo INIA, es de suma importancia para fortalecer el sector”.